Adela At Mimo Bay

Me mudé hace un mes aproximadamente. El edificio es bonito, tranquilo y está en una buena zona. La oficina de arrendamiento es muy amable y servicial, especialmente Adrián.

La seguridad está muy por debajo de lo necesario. Los propietarios de los edificios escatiman en seguridad para aumentar sus beneficios.

Lamentablemente, este edificio podría ser uno de los mejores de Miami, pero la administración y los propietarios son pésimos. Casi todos los meses se producen robos de coches y bicicletas. Ojalá no ocurra pronto, ya que podrían allanar los apartamentos y alguien podría resultar herido. No hay personal de recepción las 24 horas y los garajes están constantemente averiados. El edificio tiene buen aspecto por fuera y está bien ubicado, pero al vivir aquí se nota que no se satisfacen las necesidades básicas de seguridad. ¡Cuidado!

El edificio es hermoso y el barrio también, pero el management del edificio y la mínima seguridad que proveen es irresponsable, inadecuada y completmente inaceptable. La renta supuestamente incluye seguridad privada lo cual es completamente falso ya que varios residentes han sido vícitimas de robo de sus coches, motocicletas y biciletas dentro del garaje “privado“ del edificio y nadie ha sido capaz de responderles. Adela podría ser un paraíso, pero está muy muy lejos de serlo por la falta de profesionalismo de quienes lo manejan. Nunca le recomedaría a alguien vivir en Adea.

A primera vista, es un lugar bonito y divertido. Los vecinos son amables, hay gimnasio y piscina; sin embargo, existen graves problemas de seguridad. El garaje cerrado ha sido asaltado varias veces, con robos y al menos dos coches sustraídos, incluido el nuestro. Otras personas descubrieron que les habían robado el coche a la mañana siguiente, y la administración no avisó a nadie, aunque encontraron cristales rotos en una zona completamente distinta del garaje. No nos dimos cuenta de que nos habían robado el nuestro hasta que alguien publicó en WhatsApp una foto de un montón de cristales rotos sin tintar (que no coincidían con los cristales tintados del coche robado, que ya se había confirmado) junto a una plaza de aparcamiento vacía. No pudimos denunciar el robo hasta aproximadamente 16 horas después, porque no nos avisaron de la brecha de seguridad.

Adela se anuncia como un lugar de vida lujosa, pero no tiene nada de lujoso. El aire acondicionado del gimnasio estuvo averiado durante meses, la puerta del garaje también (lo que propició robos), los ascensores se averían constantemente, la alarma de incendios se activa en mitad de la noche en repetidas ocasiones, etc. Además, el servicio deja mucho que desear. La administración ha cambiado tres veces en un año. Cuando me mudé, había seguridad las 24 horas; ahora no hay ninguna. El horario de recepción es cada vez más reducido. Adela no es un lugar de lujo, simplemente es nuevo, y como el personal de mantenimiento y limpieza hace un trabajo deficiente, no se verá nuevo por mucho tiempo.

Vivir en Adela ha sido la mejor experiencia en Miami. Desde que me mudé en 2014, me he sentido como en casa. El personal es excelente y el edificio lo tiene todo. Además, hay restaurantes buenísimos muy cerca, a poca distancia a pie.