The Marion

Los apartamentos en sí eran bonitos, pero la administración dejaba mucho que desear. Al principio, el gerente era amable y se notaba que le apasionaba su trabajo, pero rápidamente se volvió muy insistente y no toleraba el rechazo. Una vecina del complejo fue a pedir ayuda con unos papeles y él la trató con mucha pasividad agresiva. Yo estaba visitando un apartamento de dos habitaciones y dos baños, pero no tenían ninguno disponible porque acababan de vender el último. No me importó no verlo, pero entonces el gerente fue a un apartamento donde vivía alguien y nos pidió que entráramos a ver el plano. El hombre que vivía allí parecía incómodo y yo me sentí muy incómoda al entrar en la casa de alguien para hacer la visita. Cuando volvimos a la oficina, el gerente quería que fuéramos “totalmente honestos“. La verdad es que el hombre que nos había enseñado el apartamento había sido muy insistente con nosotros y con la pareja que vivía allí, ¡y no toleraba el rechazo en absoluto! Esto me hizo sentir muy incómoda y me compadezco de las personas que viven bajo su administración.