Reynolds Farm

Viví aquí tres años. Para empezar, los apartamentos se ven bien en las fotos, pero la construcción es de mala calidad. Los gabinetes y el piso son baratos, y no hay aislamiento acústico entre las unidades. Se puede oír a los vecinos hablar a un volumen normal a través de las paredes y el techo. Cada paso, cada discusión, cada puerta que se cierra: se oye todo. Los administradores del edificio, en el mejor de los casos, están ausentes. No trabajan de noche ni los fines de semana, así que si tienes un horario de oficina, nunca los verás ni podrás contactarlos. Los ascensores están constantemente fuera de servicio y, cuando no funcionan, no hay recolección de basura, pero aun así la pagas como parte de la cuota mensual. Lo peor son los cargos adicionales que no paran de aparecer. Me cobraron el seguro dos veces varias veces y, al mudarme, me cobraron tanto por la limpieza como por el reemplazo de las alfombras. No entiendo por qué hay que limpiar las alfombras que se van a reemplazar, y aparentemente la administración tampoco, porque no pueden explicar el motivo ni proporcionar ninguna foto que lo justifique.

Recomendaría precaución a cualquiera que esté considerando vivir en Reynolds Farm. Es muy caro y la compensación por el alto costo es mínima. AR/Reynolds Farm es una empresa muy corporativa que solo busca obtener ganancias a costa de los residentes. Viví allí durante aproximadamente dos años. Aunque parece bonito, hay muchas señales de mala calidad en la construcción. Se cobran tarifas elevadas por todo, pero si la administración no proporciona los servicios por los que cobra, no se ofrece ninguna compensación a los inquilinos. Hay un cargo mensual obligatorio de $200 por la recolección de basura y reciclaje, y un servicio de televisión e internet de Cox mediocre. Si se cae el internet durante varios días, no hay a quién reclamar. El ascensor de mi edificio estuvo fuera de servicio durante una semana. Varias personas mayores se quedaron atrapadas en sus apartamentos hasta que lo arreglaron. Me cobraron $350 por no recoger los excrementos de mi perro, lo cual ocurrió cuando otra persona lo paseaba mientras yo estaba en el hospital. Actualmente estoy en disputa con la administración por un cobro excesivo por alfombras nuevas, del cual no me enteré hasta el último día permitido por la ley de Rhode Island, ¡cuatro días después de empezar a recibir correos electrónicos, llamadas y mensajes de texto de una agencia de cobranza! Cuando me mudé e hice la revisión final con el administrador a finales de agosto, me dijo que todo estaba bien con el apartamento y pagué $200 por la limpieza de las alfombras. Me facturaron $2280 por aproximadamente 340 pies cuadrados de alfombra de mala calidad instalada sobre cemento con un acolchado delgado. La ley estatal de Rhode Island permite que se cobren gastos razonables de limpieza y reparación. AR indica en el contrato de arrendamiento que cobra $75 por hora por todo el trabajo y una tarifa administrativa del 50% de los costos. Estas tarifas no cumplen con la ley de Rhode Island. Pagué una tarifa por mascota de $300 al mudarme (además del depósito por daños) y pagué más de $860 en cargos mensuales por mascotas. Reynolds cobra la tarifa inicial de $300 y una tarifa mensual de $40 a todos los dueños de perros y gatos. Esto implica que todos esos cargos cubren el desgaste normal del apartamento. Dado que los gatos no salen al exterior ni se les realizan pruebas de ADN en sus heces, la administración no puede alegar que los cargos cobrados al dueño del perro correspondan a costos adicionales de jardinería o pruebas. Los daños a la alfombra no superaron los $1660 ($300 de depósito de seguridad $300 de depósito por mascota $860 de cuota mensual por mascota $200 de limpieza de alfombra) en depósitos y cuotas por mascota ya cobrados, lo que equivale a gastos corrientes o al desgaste normal previsto por el uso del apartamento.

Viví aquí un par de años, pensando al principio que parecía un complejo de apartamentos estupendo. Después de vivir allí, puedo decirles que está lleno de problemas y no vale ni de lejos el alquiler que cobran. Para empezar, los edificios estaban mal construidos. La insonorización es inexistente y podía oír todo lo que decían mis vecinos de al lado y de arriba (y eso que hablaban en tono normal, no gritando). La instalación eléctrica estaba mal hecha y las luces parpadeaban casi a diario. Es difícil contactar con el personal de la oficina y no están dispuestos a ayudar con problemas básicos. El ascensor se estropeaba con frecuencia y las alarmas del pasillo sonaban constantemente durante horas.

La situación empeora cada vez más. Las alarmas se activan semanalmente, no hay servicio para llamar al número de emergencias ahora que todos los edificios están terminados, los problemas no se resuelven, no hay administradores de la propiedad en el lugar durante las noches o los fines de semana, hay demasiados perros y es un caos entrar y salir de los apartamentos, los obreros entran a tu apartamento sin tu conocimiento ni consentimiento, etc., etc., etc.