Marco Meadows

En la búsqueda del cambio y el deseo de superarnos cada día, la energía de quienes nos rodean y participan en el proceso es fundamental. Con el deseo de mudarme, investigué y busqué con ahínco, visité muchos lugares en Tampa, Gainesville y Jacksonville, hasta encontrar el lugar perfecto con las personas ideales: Sonia, una persona increíblemente dulce, con una vibra encantadora y un profesionalismo que simplifica el proceso, explicando, guiando y apoyando con paciencia y educación. El condominio transmite tranquilidad y una vida en armonía; todas las instalaciones están limpias y ordenadas; el equipo de mantenimiento es extremadamente amable y competente; el apartamento que ahora es nuestro nuevo hogar nos fue entregado con una limpieza extrema (como nunca antes había visto). Y finalmente, conocí a Vanessa, parte del equipo de esta encantadora oficina, quien complementa a Sonia a la perfección y forman un equipo de lujo. Estoy realmente agradecida y feliz. Gracias por todo.

En la visita programada, era un día lluvioso. La oficina de arrendamiento me llamó para asegurarme que, debido a la lluvia, no podría ver el apartamento. Me programó otra visita para ese día. También llovía ese día, pero se aseguró de que pudiera ver el apartamento modelo y me tranquilizó diciéndome que todos los apartamentos son prácticamente iguales, con las diferentes comodidades. El día de mi mudanza, cuando recibí las llaves y me instalé en mi apartamento, estaba limpio y todo lo que me habían dicho que encontraría estaba allí. Es agradable y tranquilo. Solo llevo un mes aquí, pero lo estoy disfrutando.

Llevamos viviendo aquí dos años y medio y no hemos tenido más que problemas. El complejo se ha vendido tres veces desde que nos mudamos, y el constante cambio de administración significa que nadie está preparado para lidiar con los problemas que surgen. El personal de la oficina siempre ha sido grosero (cuando se les puede contactar), las normas sobre convivencia entre inquilinos (ruido, mantenimiento de vehículos, equipos de música de coches) solo se aplican a los pocos que tenemos trabajo e ingresos legales, el alquiler del mismo apartamento de 84 metros cuadrados subió más del 20 % la última vez que cambió la administración, y los apartamentos están plagados de problemas de mantenimiento (a pesar de la etiqueta de “Recién Remodelado“ que usan para promocionarlos). Podemos tolerar bastante ruido de los vecinos, y la verdad es que, al ser apartamentos, es normal que haya ruido, pero el problema insoportable que me impulsó a escribir esta reseña es el de los subwoofers de los coches a todo volumen en el aparcamiento a todas horas. No me refiero a alguien que llega del trabajo con la música un poco alta, aparca, apaga el motor y se va a casa, o incluso que termina la canción y entra. Hablo de los residentes (que parecen no tener ningún trabajo) que se pasan HORAS sentados en su coche fuera, con la música a todo volumen y los bajos retumbando. Es tan frecuente que uno se pregunta por qué pagan alquiler, si prácticamente viven en su coche. Estos inquilinos no tienen ninguna consideración por los demás, un problema que se agrava porque la administración se niega a hacer cumplir las cláusulas del contrato de alquiler que todos tuvimos que firmar. Las ventanas son reliquias de cristal simple de cuando se construyó este edificio (en los años 70, a juzgar por el cableado de aluminio) y ninguna de las ventanas ni puertas cierran bien. Como resultado, cualquier conversación, coche, badén, canción, estornudo, ladrido, etc., se cuela en tu apartamento como si tuvieras asientos en primera fila. Ni siquiera puedo sentarme en el inodoro sin que me asalte algún bajo insoportable. Hay mucho más, pero esperemos que esto sea suficiente para disuadir a cualquier persona decente que estuviera considerando este infierno.

No alquilen aquí. Los inquilinos descuidan sus pertenencias. Las luces exteriores llevan meses rotas, hay basura por todas partes y el cuarto de lavandería está asqueroso. No es un lugar limpio ni seguro.