Los Altos Apartments

Viví en el edificio poco más de un año. Mi vecino fue asesinado, y también hubo otros homicidios y suicidios en el edificio. Unos intrusos entraron a robar en mi apartamento por la noche. Robaron nuestro buzón varias veces. El garaje era asaltado con frecuencia y las puertas del estacionamiento no se abrían. Era habitual que personas sin hogar durmieran en el patio delantero. Las puertas de vitrales estaban rotas. El neón del techo no funciona. No se dejen engañar por la supuesta “amor por el edificio“. A los dueños no les importa ni el edificio ni los residentes. Muchos se mudaron. No hay seguridad. El ascensor no funciona y dejó atrapados a residentes ancianos en el último piso durante semanas. La administración es despreciable. No tienen capacidad para actuar. ¡Evítenlo! Por muy bonito que sea el edificio, no recibe mantenimiento y es muy inseguro.

Cuando llegué a Los Altos Hotel Apartments, fue simplemente para hacer un recorrido. El gerente y un inquilino me recibieron en el vestíbulo con una cálida bienvenida, y ni siquiera había visto el apartamento. Durante nuestra entrevista, nos sentamos en el enorme vestíbulo estilo Castillo Hearst, frente a una enorme chimenea, y disfrutamos de la paz y el lujo del ambiente de lo que se convertiría en mi nuevo hogar. No me había mudado en 24 años y buscaba el lugar perfecto. Un lugar que no solo fuera encantador, sino que también tuviera vecinos y personal considerados. La gerencia y los inquilinos de larga data son muy considerados, junto con el guardia de seguridad, que es tan amable, que uno se siente seguro en medio de la ciudad. Inmediatamente supe que este era mi hogar. Este edificio está cerca del metro, autobuses, cafeterías y restaurantes. El follaje de los patios y la fuente crean un magnífico camuflaje contra el tráfico. Esta nueva vida en un edificio histórico, construido por WR Hearst, es un sueño hecho realidad. ¡Cada apartamento es diferente y los armarios son sorprendentemente ENORMES!

Cuando llegué a Los Altos Hotel Apartments, fue simplemente para hacer un recorrido. El gerente y un inquilino me recibieron en el vestíbulo con una cálida bienvenida, y ni siquiera había visto el apartamento. Durante nuestra entrevista, nos sentamos en el enorme vestíbulo estilo Castillo Hearst, frente a una enorme chimenea, y disfrutamos de la tranquilidad del lujoso ambiente de lo que se convertiría en mi nuevo hogar. Hacía 24 años que no me mudaba y buscaba el lugar perfecto. Un lugar que no solo fuera encantador, sino que también tuviera vecinos y personal considerados. La gerencia y los inquilinos de toda la vida son muy considerados, junto con el guardia de seguridad, que es tan amable, que uno se siente seguro en medio de la ciudad. Inmediatamente supe que este era mi hogar. Este edificio está cerca del metro, autobuses, cafeterías y restaurantes. El follaje de los patios y la fuente crean un magnífico camuflaje contra el tráfico. Esta es una vida nueva en un edificio histórico, construido por WR Hearst, y es un sueño hecho realidad vivir aquí.