Eleven Dehart

Si trabajas desde casa (o necesitas dormir), por favor, no te mudes aquí. El ruido constante y la falta de atención de la administración son indignantes. Las ventanas son de cristal simple, así que se oye absolutamente todo. He tenido que celebrar reuniones en el baño por el ruido. Y cuando te vas, te cobran casi 100 dólares por limpiar la bañera. Evítalo si tienes trabajo y no te gusta que te estafen.

Si eres de los que tienen que madrugar para ir a trabajar, este lugar quizá no sea para ti. Hay un constante bullicio de música a todo volumen y gente ruidosa saliendo de los bares de la calle Dehart. ¿Divertido? Quizá una semana. Pero cuando te das cuenta de que ni al pueblo, ni a los locales, ni a la empresa que gestiona Met Lofts se preocupan de que sea casi imposible tener paz aquí, se acaba la diversión. Es imposible abrir las ventanas, leer, trabajar, dormir o incluso ver la tele cuando los bares están abiertos. Por desgracia, esto ocurre todas las noches de la semana, además de las tardes de los sábados y domingos. Así que, piénsalo bien antes de firmar un contrato de alquiler aquí. Yo pregunté precisamente por esto antes de decidirme a vivir aquí. Lamentablemente, no me informaron bien de la magnitud de la contaminación acústica. Ah, y no te olvides de los camiones de basura que pasan a las 5:30 de la mañana, causando un buen alboroto al vaciar contenedor tras contenedor justo delante de tu ventana. No es un sonido agradable para despertarse, sobre todo si no pudiste conciliar el sueño hasta las dos de la madrugada. En general, la ubicación es excelente. El resto es demasiado caro para la tranquilidad que ofrece.