Continuum 115

¿Por dónde empezar? Bueno, cuando visité el edificio por primera vez, una de mis primeras preguntas fue sobre fumar. Me dijeron: “Esta es una propiedad para no fumadores“, lo cual fue una broma que obviamente no entendí. Durante los primeros seis meses, tuve que lidiar con los vecinos de abajo, que fumaban sin parar en su patio delantero, llenando constantemente no solo mi balcón, sino que, ¡ay de mí si dejaba las ventanas abiertas!, llegaba a casa y me encontraba con un apartamento que olía a cenicero. Le pedí repetidamente al personal, principalmente a Whitney, que hiciera algo al respecto. Ella, a regañadientes, se acercaba a ellos, les pedía que dejaran de fumar y, una semana después, volvíamos a estar igual: fumando afuera. Además, los otros dos apartamentos al otro lado de la calle también eran de fumadores empedernidos, siempre en su balcón. Luego vino la “alegría“ de las solicitudes de mantenimiento. Desde el primer día que me mudé, los cajones de la cocina estaban rotos e inservibles. Presenté solicitudes de reparación repetidamente y, durante los quince meses que viví allí, nunca se arreglaron. Si solicitabas mantenimiento, siempre era una lotería saber cuánto tardarían en solucionarlo. Mi aire acondicionado dejó de funcionar y tardaron casi una semana en arreglarlo. Mi nevera tenía una junta defectuosa, tardaron tres días en repararla, no la arreglaron bien y tres días después enviaron a otro técnico. En pleno invierno, la calefacción central dejó de funcionar y tardaron otros tres días en arreglarla. Menos mal que tenía un calefactor eléctrico para mantener el apartamento caliente con temperaturas bajo cero. ¿La razón de todo esto? No consiguen retener al personal de mantenimiento, y cuando lo consiguen, son simples operarios. Sin formación como técnicos, carpinteros ni ninguna habilidad real para las reparaciones. Y se niegan a contratar profesionales hasta que los operarios por fin se presentan y les dicen: “Sí, no puedo hacer nada“. Mientras tanto, te dejan ahí esperando a que lleguen. ¿Una lavadora que se estropeó a mitad del ciclo y dejó un cubo lleno de agua sucia? Tuviste que aguantar el olor durante una semana entera antes de que por fin enviaran a un técnico profesional. Los apartamentos parecen bonitos a primera vista, pero les aseguro que están hechos con una chapuza tremenda. Las puertas no cierran bien o no sellan correctamente, y cuando les pides que lo arreglen, su solución es pegar cinta adhesiva de doble cara y espuma aislante alrededor del borde de la puerta. En lugar de realinear las bisagras o arreglarlo como es debido. Valen la mitad de lo que piden de alquiler.