Aspen Park

El precio del alquiler no se correspondía con la calidad de la vivienda. La bañera estaba asquerosa cuando me mudé. Tardé varios días en limpiarla a fondo. El inodoro requiere varias descargas casi siempre para que no queden residuos. La mosquitera de la ventana estaba rota y no la reemplazaron. Dos avispas grandes entraron en mi salón. Y uno de los aspectos más molestos es que se oye al vecino de arriba caminar por todas partes (vivo en la planta baja). El techo cruje muchísimo, así que el ruido es imposible de ignorar. Es muy molesto, sobre todo si eres estudiante y necesitas estudiar. El alquiler es algo más barato que en otros complejos, pero evítalo si puedes.

Este es el peor lugar en el que he vivido. Cuando solicité un apartamento, mi contrato de arrendamiento tuvo errores tres veces. La cuarta vez, ni siquiera me molesté en revisarlo porque estaba ocupado en el trabajo. Me dijeron que tenía unas horas para firmar, así que lo firmé en ese mismo momento. Un día, al revisar el contrato a fondo, me di cuenta de que era por tres años cuando debía ser por uno. Pensé que era un error y, más tarde, por problemas económicos, firmé otro contrato. Sin embargo, este también tuvo errores: debía ser por seis meses, pero terminó siendo por un año. Además, estos apartamentos tienen muchos cargos ocultos que no ves venir y que tienes que pagar al momento. Por ejemplo, tienes que pagar una llave nueva para tu buzón, no el complejo, y ni siquiera la consigues allí mismo; tienes que ir a la oficina de correos y puede tardar entre unos días y una semana en conseguir una nueva. Después de solo 3 o 4 meses viviendo en ese apartamento nuevo, las paredes empezaron a enmohecerse, los azulejos de los baños se desprendían y el color de las paredes variaba porque había zonas remodeladas que parecían tener solo una capa de material, dejando al descubierto los daños en las salas de estar. Además, había muchas goteras, lo cual era terrible para quienes vivíamos en la planta baja, como yo. La administradora es pésima en su trabajo y no solo incumplió mi contrato de arrendamiento unas seis veces, sino que a dos amigos les pasó lo mismo: les extendieron el contrato más de lo que querían sin que se dieran cuenta. La administradora solía llamar la atención a quienes llevaban a sus perros sin correa, pero ella misma sacaba al suyo sin correa a veces. Apenas se preocupan por los residentes y la administradora está más pendiente de sus plantitas y de su espacio que de los cientos de vecinos que viven allí. Esta ha sido la peor experiencia de alojamiento que he tenido en mi vida y espero que despidan al gerente porque todo aquello fue ridículo.